Hace algunos años atrás, mientras oraba y meditaba muy temprano en la mañana para predicar en la iglesia Evangélica de Peñuelas Puerto Rico, puse unos himnos para meditar, y escuche uno titulado " El rey te mando a llamar".lo canta Danny Berrios. Entonces mientras meditaba en la letra vino una revelación del Espiritu a mi vida, la cual quiero compartir contigo.
Esta es la historia de Mefiboset, un niño de cinco años que quedó lisiado de ambos pies al su nodriza resvalarsele de sus manos y caer al piso.
Ahora muchos no conocen esta historia. La nodriza corría ya que su padre Jonathan había muerto, y era costumbre de ese tiempo que los nuevos reyes mataban los hijos sucesores para que no se sublebaran y quisisieran el trono.
Pero hay un dato sumamente importante; y es que había un pacto entre David y Jonatan, y era que por Jonathan siempre defender a David y ayudarlo con la persecución y asecho que le tenía su padre Saúl, David le prometió preservar su familia, pero esto no lo sabía la nodriza. Es entonces es que huye a Lodebar.
Lodebar era un arrabal de aquel tiempo, su nombre significa; tierra árida, hostil, seca, y era un lugar de miseria y, maldad y pavor y no apta para pastorear. Pero si comparamos esto, es así que pasa con nostros lo seres humanos cuando no conocemos las promesas de Dios, que estamos caídos e impedidos espiritualmente y muchos como mefiboset nos refugiamos en Lodebar.
( El mundo)
Pero que bueno es saber que Dios tiene promesas para sus hijos que lo aceptan y buscan, y tiene el poder para sacarnos de Lodebar.
Es en unos de esos días que David meditaba y leía las crónicas fue que vino a su mente el pacto que había hecho con Jonathan y lo que le prometio, entonces pregunta a uno de sus sirvientes por la descendencia de Saúl y su inolvidable amigo Jonathan.
Es entonces que su criado Siba le contesta que el único de la descendencia que quedó había huido a Lodebar y que era cojo de ambos pies. A lo que David ordenó buscarlo rápidamente para sentarlo en su mesa. Y es aqui que resalta una de las cualidades más grandes de David, su bondad. Fijese que David no indago en su discapacidad. Así como hace Jesus, que aunque como Mefiboset que arrastraba sus pies, estemos arrastrados en el mundo el nos a saca del muladar y no sienta con él como príncipes de la tierra.
Yo imaginaba el temor que debió tener mefiboset cuando tocaron a su puerta, su autoestima, pensaba en todo eso; aún era una larga distancia de camino (simbolizando la gran distancia que hay del mundo (Lodebar) hasta el palacio de nuestro rey. A lo mejor pensó; hasta aqui llegué! Su viaje debió ser una tortura, cuando le dijeron; El rey te mando a llamar.
Es tan así que lea en 2 Samuel el estado sicológico y como estaba su autoestima, cuando al verse de frente con David le dice;" Quién es tu siervo , para qué mires a UN PERRO MUERTO como yo? Vea que un perro muerto apesta y se descompone rápidamente. En ese presiso momento cae la gracia de Dios sobre Mefiboset al llegar al palacio. Y es aqui que viene nuestra revelación. Porque este mensaje cambio por completo mi vida, y a cambiado la vida de muchos que lo han oído, en cuanto el valor que tiene nuestro lugar de reunión con Dios. Este ya sea un templo, patio, marquesina, campo o donde sea. Ese lugar que Dios me hizo ver que se constituye en el palacio donde nos sentamos a la mesa a comer con nuestro rey. Donde viven los reyes? Pues en los palacios. El quiere cenar contigo y verte sentado a la mesa para darte de sus manjares
Por eso la Biblia nos dice; Mirad cuán bueno y cuán agradable es habitar los hermanos juntos en armonía. Salmo 133:1. Hoy vemos como masacran y matan hermanos nuestros por la persecución que hay de cristianos. Y nosotros con la libertad de tener un palacio donde adorar y glorificar a nuestro rey, muchas veces no lo valorizamos.
Esto lo entendió David y nos lo escribe en sus salmos cuando nos dice; " Cuán amables son tus moradas, anhela mi alma y aún ardientemente desea tus atrios; Bienaventurados los que habitan en tu casa. Bienaventuradonsignifica; tres veces dichosos. Imagínese !
Salmo 84:1-2.
Hermano aprovechemos que fuimos muchos sacados de Lodebar y hemos sido llevados al palacio y sentados a su mesa. Eso no hay con que pagarlo, sólo siendo fiel y honrandolo.
autor; Anibal Baerga
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