domingo, 30 de diciembre de 2012

Agárrese a la cuerda

 
      Buscad al Señor mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.  Isaías 55:6


He aquí ahora el día de salvación. 2 Corintios 6:2

En las laderas costeras del mar del Norte un joven muy atlético recogía huevos de pájaros marinos que anidaban en las hendiduras de las abruptas rocas.
Descendió por una cuerda para poder llegar a la cornisa de abajo. Pero en el momento en que se asentó, la cuerda se le escapó.
En un segundo se dio cuenta de la horrible situación en que se hallaba. Lejos de todo auxilio humano, sólo le quedaban dos alternativas: morir de hambre o caer en el precipicio.

 Miraba la cuerda que, como un péndulo, se acercaba y se alejaba alternativamente de él; con angustia constataba que las oscilaciones eran cada vez más cortas.

Un pensamiento veloz como un rayo atravesó su mente: «Esta cuerda es mi único medio de salvación, y dentro de un instante estará demasiado lejos para que pueda alcanzarla. ¡Es ahora o nunca!».
Saltó al vacío, agarró la cuerda al vuelo y se salvó.

¿Quién no sentiría escalofríos al pensar en la situación de ese joven? ¡Ah, pues piense en la suya!

 Bajo sus pies se extiende el precipicio de la eternidad, al cual usted no se atreve a mirar… El tiempo pasa… Cada minuto cuenta, y usted no puede contar con ninguna ayuda humana.

La salvación está a su alcance. La única cuerda que puede salvarle está ahí. Quizá nunca más estará tan cerca de usted como en este instante. ¡Agárrese a ella ahora mismo; Jesús es el único medio de salvación: “en ningún otro hay salvación”

(Hechos 4:12)!

 fuente; la buena semilla



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...