Primeramente el trabajo, luego la paciencia y luego por ultimo; el proseso y las terminaciónes del diamante.
Cuando vemos todo este proseso y lo comparamos a la vida cristiana y al creyente es compatible y a la vez de gran enseñanza.
Pedro escribió inspirado por el Espiritu Santo y dijo;
"Tambien vosotros, como PIEDRAS VIVAS,sed edificados como casa espiritual"
1 Pedro 2:5.
Pero esa piedra para brillar como un diamante ,primero pasa por un proseso; como así el cristiano tambien tiene que ser prosesado.
Hay cuatro prosesos sumamente importantes para obtener y sarcar de la piedra un diamante.
1- Extraerla
2- lavarla
3- Tallarla
4-Pulirla.
Primeramente fuimos extraídos de un hondo y gran agujero, que se llama el mundo.
Dijo el salmista David;
"Pacientemente espere en Jehová y se inclinó a mi,y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la deseperacion"
Salmo 40:1.
Segundo, comenzamos a ser limpiados y purificados por la obra de santificacion de el espiritu Santo en nuestra vida atraves de su palabra.
"Así que,amados, puesto que tenemos tales promesas,limpiemonos de toda contaminación de carne y espiritu,perfeccionando la santidad en el temor de Dios"
2 Corintios 7:1.
Tercero, Dios comienza el proseso de , romper y quebrar nuestra antigua manera de vivir, pasandonos por el quebrantamiento, y así, dar forma y dar terminaciones a nuestra vida.
Y por último; sacará el brillo y destello de la hermosura, llenandonos de los frutos del Espiritu;
"Más el fruto del Espiritu es amor, gozo, paz ,paciencia , benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza".
Galatas 5:22.
Todos estos prosesos traerán en ocasiones dolor y prueba a nuestra vida, para irnos puliendo y formando de acuerdo al propósito y necesidad del diamante o piedra que se quiera obtener.
Sólo que si hoy brillamos como dijo Pedro,como piedras vivas; jamás debemos olvidar de donde fuimos sacados y salvados.
" Oidme los que seguid la justicia, los que buscáis a Jehová.Mirad a la piedra de donde fuiste cortado, y el hueco de la cantera de donde fuiste arrancado"
Isaías 51:1.
autor; anibal baergas
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