El confinamiento produce efectos diversos. Uno de los más comunes es la ansiedad. La ansiedad se produce cuando vivimos con miedo a lo que pasará en el futuro. Por difícil que sea la situación, puedes creer que si le confías a DIOS tu vida, él va a transformar tus circunstancias.
Confiar en Dios es un acto valiente y parte de la necesidad de sabernos sus hijos. Ser hijos de DIOS es distinto a ser creados por Dios. Todos somos sus criaturas, pero no todos somos sus hijos: "Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios" (Juan 1:12)
Dios, en su infinita misericordia, proveyó el plan de salvación para la humanidad, y está reflejado en la Biblia:
"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Juan 3:16).
Hoy te invito a recibirle en tu corazón, y te pido, repitas esta simple oración:
"Señor Jesucristo, reconozco que soy pecador y que sólo tú puedes salvarme. Me arrepiento de todos mis pecados, perdóname. Hoy te recibo como mi Salvador y SEÑOR.
Ven a vivir en mi corazón y escribe mi nombre en el libro de la vida. Gracias por morir por mí en la Cruz.🎚*
En tu nombre te lo pido, Jesús, amén"*
Si ya hiciste esa ORACIÓN, tu destino está en manos de DIOS. Y puedes confiar que “el que esta al control te ama”
Autora: Eunice Fariñas